Cerrá los ojos y conectate con tus sensaciones.
Buscá en vos algo que pueda estar de acuerdo
con tu crecimiento, que sea capaz de "abrazar
todo aquello en vos" que duele, que te hace sentir
triste, angustiada.
Tenemos en nosotros un registro de haber sido
amados, esa cualidad amorosa de la abuela
perfecta , que puede abrazar con el mismo amor
al nieto dulce que al rebelde.
Una vez que hayas encontrado ese estado de "Presencia",
permanecé sintiéndolo por un rato.
Este abrazo puede serte muy útil a la hora
de aceptar lo desagradable.
Carolina Preve
martes, 30 de junio de 2015
jueves, 25 de junio de 2015
CUANDO SEA VIEJA ...
Cuando sea vieja vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón
los barandales de las calles
y compensaré la austeridad
de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia
en zapatillas
y arrancaré flores de los jardines ajenos.
Pero tal vez deberé practicar un poco
todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce,
no se asombrará
ni se escandalizará al ver que de pronto
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.
Jenny Joseph ( USA )
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón
los barandales de las calles
y compensaré la austeridad
de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia
en zapatillas
y arrancaré flores de los jardines ajenos.
Pero tal vez deberé practicar un poco
todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce,
no se asombrará
ni se escandalizará al ver que de pronto
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.
Jenny Joseph ( USA )
martes, 23 de junio de 2015
CREER EN LOS SUEÑOS.
Cuando soñamos creemos que todo es posible,
podemos entrar en el placard de Narnia y creer
que detrás de esa puerta existe un mundo
extraordinario.
¡Creé en tus sueños y se harán realidad !
¡Soñá el mundo que te gustaría tener !
¡Soñá grande !
¡Soñá más allá y se pondrán en marcha las
fuerzas sagradas creativas más elevadas !
De la revista Para Ti , que me acompaña
desde hace un montón de años.
podemos entrar en el placard de Narnia y creer
que detrás de esa puerta existe un mundo
extraordinario.
¡Creé en tus sueños y se harán realidad !
¡Soñá el mundo que te gustaría tener !
¡Soñá grande !
¡Soñá más allá y se pondrán en marcha las
fuerzas sagradas creativas más elevadas !
De la revista Para Ti , que me acompaña
desde hace un montón de años.
jueves, 18 de junio de 2015
domingo, 14 de junio de 2015
POEMAS DEL SANSCRITO.
AMARÜKA
Este es el país de los Vindhyas
con sus varas de bambú verdes
como las alas de los loros
y sus árboles rotos
por los colmillos de elefantes jugando;
donde en las enramadas junto a los arroyos
el viento dispersa las gotas de sudor
reunidas en las mejillas
de las jóvenes de las montañas
que se ejercitan en el amor.
MURARI
"Recuérdame"
pero es algo que no puedo hacer
el corazón que debiera recordarte
se va contigo ...
Este es el país de los Vindhyas
con sus varas de bambú verdes
como las alas de los loros
y sus árboles rotos
por los colmillos de elefantes jugando;
donde en las enramadas junto a los arroyos
el viento dispersa las gotas de sudor
reunidas en las mejillas
de las jóvenes de las montañas
que se ejercitan en el amor.
MURARI
"Recuérdame"
pero es algo que no puedo hacer
el corazón que debiera recordarte
se va contigo ...
jueves, 11 de junio de 2015
CAMINO A LA ESPIRITUALIDAD.
"Incluso los pájaros se entristecen
en medio de una violenta tormenta;
incluso las plantas se alegran
en un día soleado.
Obviamente, el cielo y la tierra
no pueden actuar sin moderar
su fuerza siquiera durante un día;
la mente humana no puede funcionar
sin un espíritu alegre
siquiera por un día".
Huanchu Daoren.
en medio de una violenta tormenta;
incluso las plantas se alegran
en un día soleado.
Obviamente, el cielo y la tierra
no pueden actuar sin moderar
su fuerza siquiera durante un día;
la mente humana no puede funcionar
sin un espíritu alegre
siquiera por un día".
Huanchu Daoren.
lunes, 8 de junio de 2015
CAMINO A LA ESPIRITUALIDAD
Toda expresión de vida
es la realidad de la vida misma.
Cada uno de nuestros movimientos
y nuestra actividad evoca una respuesta
desde la sutil energía del universo.
Cuando uno no se limita
imponiéndose condiciones
al brindar un servicio a los demás,
las bendiciones evocadas
también serán infinitas.
Lao Tsé.
es la realidad de la vida misma.
Cada uno de nuestros movimientos
y nuestra actividad evoca una respuesta
desde la sutil energía del universo.
Cuando uno no se limita
imponiéndose condiciones
al brindar un servicio a los demás,
las bendiciones evocadas
también serán infinitas.
Lao Tsé.
sábado, 6 de junio de 2015
viernes, 5 de junio de 2015
RUMI.
En tu luz aprendo a amar.
En tu belleza cómo hacer poemas.
Tú bailas dentro de mi pecho,
donde nadie te ve, pero a veces
yo te veo, y esa visión se convierte
es este arte.
RUMI.
En tu belleza cómo hacer poemas.
Tú bailas dentro de mi pecho,
donde nadie te ve, pero a veces
yo te veo, y esa visión se convierte
es este arte.
RUMI.
miércoles, 3 de junio de 2015
El PAJARO AZUL.
Este es un antiguo cuento.Y también trata de un príncipe
que comenzó a ponerse triste y a enfermarse cada vez más.
Iba perdiendo el apetito , las fuerzas y las ganas de vivir.
Nadie acertaba con el remedio. La tristeza se apoderaba
día a día de su alma y la enfermedad de su cuerpo
Como siempre sucede en estos cuentos, se consultó
a todos los médicos , adivinos y curanderos del reino.
Cada uno decía algo diferente. No se ponían de acuerdo.
Y el príncipe estaba que se moría.
Y volvieron a consultar al viejo sabio de la montaña,
que vivía como ermitaño en medio del bosque
de las laderas.
El sabio escuchó largamente al joven príncipe,
quien le comentó que amaba mucho las flores
y los pájaros, pero que en su palacio no
encontraba nada que valiera la pena. Que le habían
hablado de otras regiones, con climas diferentes
y bosques más tupidos , donde las flores eran
más bonitas y los pájaros más fascinantes.
El anciano reunió entonces al rey y a todos los de
la corte y les comunicó que el príncipe se estaba
muriendo de nostalgia . Que alguna vez había conocido
un pájaro Azul y que no se curaría hasta reencontrarse
con él.Que el único remedio era que se fuera por
el reino y por el mundo en búsqueda de ese pájaro.
Que sólo hallaría la paz para su pobre corazón
cuando lo encontrara.
El rey hizo que le preparan los mejores caballos
y lo equipó con las mejores armas del reino.
Y una mañana llena de sol el joven príncipe partió
en busca de lo que anhelaba.
Recorrió todas las provincias buscando, siempre
buscando. Encontró pájaros verdes, amarillos, colorados,
violetas, anaranjados. Pero azul, lo que se dice azul,
no encontró ninguno.
Cruzó entonces las fronteras y recorrió otros países
y nuevamente pudo admirar aves de todo tipo,
tamaño y colores. El pájaro azul, sin embargo,
no se encontraba tampoco en aquellas latitudes.
Y así fueron pasando los meses y los años. Y su
búsqueda continuaba cada vez con menos esperanza.
Hasta que al fin decidió regresar derrotado a su
pueblo.
Llegó un atardecer. Nadie lo reconoció ni salió
a su encuentro. Llegó hasta el portón del palacio
y allí dejó su vieja cabalgadura y sus armas
herrumbradas.Cuando se decidía a ingresar ,
por la puerta principal, vio la gran pajarera
donde había tenido sus aves preferidas.
Y descubrió con asombro el pájaro que buscaba.
No era azul, lo que se dice azul.
Pero era el más azul de todos los que había visto
en aquellos largos años de búsqueda.
Mamerto Menapace
que comenzó a ponerse triste y a enfermarse cada vez más.
Iba perdiendo el apetito , las fuerzas y las ganas de vivir.
Nadie acertaba con el remedio. La tristeza se apoderaba
día a día de su alma y la enfermedad de su cuerpo
Como siempre sucede en estos cuentos, se consultó
a todos los médicos , adivinos y curanderos del reino.
Cada uno decía algo diferente. No se ponían de acuerdo.
Y el príncipe estaba que se moría.
Y volvieron a consultar al viejo sabio de la montaña,
que vivía como ermitaño en medio del bosque
de las laderas.
El sabio escuchó largamente al joven príncipe,
quien le comentó que amaba mucho las flores
y los pájaros, pero que en su palacio no
encontraba nada que valiera la pena. Que le habían
hablado de otras regiones, con climas diferentes
y bosques más tupidos , donde las flores eran
más bonitas y los pájaros más fascinantes.
El anciano reunió entonces al rey y a todos los de
la corte y les comunicó que el príncipe se estaba
muriendo de nostalgia . Que alguna vez había conocido
un pájaro Azul y que no se curaría hasta reencontrarse
con él.Que el único remedio era que se fuera por
el reino y por el mundo en búsqueda de ese pájaro.
Que sólo hallaría la paz para su pobre corazón
cuando lo encontrara.
El rey hizo que le preparan los mejores caballos
y lo equipó con las mejores armas del reino.
Y una mañana llena de sol el joven príncipe partió
en busca de lo que anhelaba.
Recorrió todas las provincias buscando, siempre
buscando. Encontró pájaros verdes, amarillos, colorados,
violetas, anaranjados. Pero azul, lo que se dice azul,
no encontró ninguno.
Cruzó entonces las fronteras y recorrió otros países
y nuevamente pudo admirar aves de todo tipo,
tamaño y colores. El pájaro azul, sin embargo,
no se encontraba tampoco en aquellas latitudes.
Y así fueron pasando los meses y los años. Y su
búsqueda continuaba cada vez con menos esperanza.
Hasta que al fin decidió regresar derrotado a su
pueblo.
Llegó un atardecer. Nadie lo reconoció ni salió
a su encuentro. Llegó hasta el portón del palacio
y allí dejó su vieja cabalgadura y sus armas
herrumbradas.Cuando se decidía a ingresar ,
por la puerta principal, vio la gran pajarera
donde había tenido sus aves preferidas.
Y descubrió con asombro el pájaro que buscaba.
No era azul, lo que se dice azul.
Pero era el más azul de todos los que había visto
en aquellos largos años de búsqueda.
Mamerto Menapace
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